Muchos -me incluyo- no conocen a Chacalon Jr y nunca han ido a un concierto chicha. Hablar acerca de esas movidas, por ello, resulta complicado y peligroso porque uno puede caer en prejuicios, sinrazones y conclusiones que se mueren de ignorantes. Por eso vayamos a lo objetivo.

La noticia del “trágico concierto” de Chacalon Jr en el que murió Marco Antonio Rivera Garriazo de 24 años tras una pelea, es noticia porque sucedió en el espectáculo de Chacalon Jr, no por la muerte en sí. Pero aún así, la información en su totalidad narra los hechos paso a paso de cómo fue la muerte. La clásica fórmula: fama para atraer, muerte para entretener.

La noticia es otra. Si uno googlea el nombre-marca del hijo del “faraón de la cumbia” encontrará como es normal las letras de sus canciones, videos, etc. Lo que no es normal es que al buscar imágenes no todas serán artísticas, sino que cada tanto se topara con imágenes de la sección policiales de los diarios.

Algunos hechos concretos: a finales de noviembre del 2007 fue intervenido por desatar una balacera a horas de la mañana en San Juan de Lurigancho, en febrero del 2010 fue nuevamente intervenido al participar en otro incidente similar y en aquella oportunidad se encontraron también dos armas y PBC en el interior de vehículo de los cuales señaló no tenía nada que ver y en mayo de este año fue acusado de matar a un mototaxista de 3 balazos con el arma de uno de sus hombres de seguridad en un enfrentamiento entre las barras de Alianza Lima (de la cual forma parte) y Universitario. Su seguridad también fue acusada de disparar 30 balazos.

Lo que intrínsecamente se informa hoy -y que debería ser el titular- es: ¡Chacalon Jr sigue dando conciertos!